Las cucarachas son insectos nocturnos que se esconden en lugares húmedos y oscuros. Se reproducen rápidamente y contaminan alimentos, superficies y utensilios de cocina.
Transmiten enfermedades como salmonelosis, gastroenteritis y alergias respiratorias, especialmente en niños y personas con asma o problemas respiratorios.
Las arañas se alojan en rincones, techos y áreas poco transitadas. Aunque la mayoría no es peligrosa, algunas especies pueden ser venenosas y causar reacciones severas.
Algunas picaduras pueden causar infecciones, dolor intenso, fiebre o necrosis. En casos graves, requieren atención médica inmediata para evitar complicaciones.
Ratas y ratones invaden hogares y negocios en busca de comida. Roen cables, contaminan alimentos y son vectores de múltiples enfermedades peligrosas para la salud humana.
Pueden causar leptospirosis, hantavirus y salmonelosis. También propagan parásitos como pulgas y ácaros que afectan a personas y mascotas.
Las moscas se posan sobre basura, excrementos y alimentos, transportando bacterias. Su presencia frecuente indica falta de higiene y favorece la propagación de enfermedades.
Transmiten enfermedades como cólera, disentería, fiebre tifoidea y diarreas, al contaminar alimentos con gérmenes desde superficies sucias.
Las pulgas viven en mascotas, alfombras y camas. Se alimentan de sangre, se reproducen rápidamente y pueden infestar hogares completos si no se controlan.
Transmiten enfermedades como tifus murino y peste bubónica. Sus picaduras provocan comezón intensa e inflamación en la piel.
Las termitas destruyen estructuras de madera desde el interior. Pueden causar daños severos en casas, muebles y construcciones sin ser detectadas a tiempo.
Aunque no transmiten enfermedades, generan pérdidas económicas por daños estructurales graves. Pueden afectar la seguridad del hogar.